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El Aprisco (Descubriendo Toto 2)

Marimba en vivo en el parque rodeado de edificios ancianos, esto fue lo que vimos, tuve el deseo de quedarme escuchando los dulces sonidos del instrumento musical nacional, pero hay que seguir moviéndose. Seguimos las indicaciones que amablemente nos dieran en el restaurante y las que los policías de transito nos indicaran y nos aventuramos a viajar colgando en la palangana de un pickup rumbo a El Aprisco, un parque ecológico que parece muy bueno. Una tienda al salir de Toto parece indicarnos lo que nos espera, se llama "60 vueltas", efectivamente el carro empieza a subir una empinada cuesta y a surcar las cerradas curvas del lugar. El aire nos refresca y podemos ver todo el pueblo de Totonicapán y más allá. Tengo duda de esa montaña enmedio del valle, yo le llamo "la montaña solitaria".
Gracias a la amabilidad del piloto y de los pasajeros que nos indicaron donde bajar llegamos a El Aprisco. Una señora cuando bajo muy amablemente nos indica cuanto debemos pagar, para que el piloto no se aproveche de nosotros. Bajamos en una pequeña recta al terminar las empinadas curvas, aquí el camino comienza a descender. Estamos rodeados de pinos, se escucha la tranquilidad y se siente el fresco clima. Entre pinos se puede ver un edificio que parece ser una escuela, después nos dimos cuenta que aquí se construirá una sede universitaria, que refrescante sería estudiar aquí. 
En El Aprisco hay un portón de madera y malla metálica, cerrado con candado y cadenas, parece que no podremos entrar, pero tocamos el timbre y esperamos a que alguien saliera a encontrarnos. Mientras esperamos leemos las recomendaciones que se encuentran publicadas en la puerta, y observamos el sendero principal cubierto de pinos. 


Alguien llego en bicicleta, ingresamos y recibimos las normas del lugar y una descripción del mismo. Luego nos dispusimos a caminar.
11:45 inició el recorrido. Las actividades del parque están dedicadas en un 75% a centros educativos para hacerles conciencia y enseñar acerca del cuidado del medio ambiente.
Existen dos cabañas con literas con capacidad hasta para 75 personas. El ingreso cuesta Q10.00 y acampar o dormir en las literas tiene un costo de Q25.00.

Una asociación patrocina el lugar y una gran foto en el edificio de recepción muestra a su anciano fundador como homenaje. 

Existen algunos juegos como columpio volador, columpios normales, cancha de futbol, resbaladeros para niños, un sube y baja, churrasqueras. Todo en el parque es ecológico
No hay energía eléctrica, sino que se abastecen de energía mecánica y energía solar. Hay 4 bicicletas que están conectadas a unas baterías y con el movimiento de estas generan la energía para la noche.

Los arboles son muy grandes, un bosque de pino y pinabete. Clima fresco. 2815 msnm. El sendero es de 2 km una hora en recorrerlo a través de 18 estaciones en cada una hay una explicación de que es un ecosistema, el cuidado del agua, que es el aire etc.
Hay una pequeña cascada y al inicio del sendero un mapa en relieve en un pequeño montículo que semeja la montaña donde estamos. Una perrita llamada Raymunda nos acompaño en todo el recorrido.






A la 1:25 salimos  del parque. Q2.50 nos cobró el transporte para subir desde Totonicapán y esperamos jalón para bajar. Este jalón nos cobró Q3.00.
Al bajar fuimos a los baños termales públicos, siempre preguntando a las personas del lugar como podemos llegar. Esta fue una mala experiencia debido a muchos factores, solamente no recomendaré hacer esta visita. Hay tambien baños termales privados, pero debido al tiempo no pudimos visitarlos.
foto bajando del parque
Volvimos y almorzamos en Don Beto y la buena atención nos hizo olvidar la experiencia en los baños.

Para terminar volvimos a tomar bus en la terminal y regresar a nuestras casas. Quedan pendientes el mercado mas grande del país, centros ceremoniales, iglesias con hermosas fachadas, cascadas, etc. empezamos a conocer este frío y maravilloso departamento.

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