Con motivo de una investigación se nos envió al municipio de Palencia a observar la labor que los granjeros hacen día a día para ganarse el sustento. Me quede impresionado con las vistas que en el lugar se pueden apreciar. Escondida en las montañas la granja presenta una belleza en cuanto a soledad y naturaleza, nacimientos de agua, bosques que cuidan el nacimiento, mientras entre las nubes un fresco clima se respira. Una belleza total.
El dueño nos contó que se levanta a las 5 de la mañana a ordeñar las vacas, me imagino a esta hora ha de ser testigo de hermosos amaneceres entre los bosques y cultivos que posee. El ruido de la ciudad desaparece y el contacto con otros seres humanos es poco. No muchas personas en los alrededores, únicamente tiene vecinos de un pequeño caserío. Es una vida admirable y envidiable. Pero seguramente es duro cultivar la tierra y vivir de ello, pero no hay duda que el trabajo es mas satisfactorio y la tierra retribuye vida a cambio.