Emociones vienen a mi cuando recuerdo las veces en las que me he encontrado solo enmedio de una montaña. Recientemente escalamos de noche, junto a 40 aventureros más, uno de los volcanes más hermosos de Guatemala. Pero a pesar de ir con este numeroso grupo hubo momentos en los que me encontré caminando completamente solo rodeado únicamente por el sonido del fuerte viento castigando los pinos y de una sobrecogedora oscuridad.
Pensando en esto tengo que decir que el ser humano es gregario por naturaleza, necesitamos comunicarnos de una u otra manera. Pero en algún momento de nuestro ir y venir el estar solos se vuelve una necesidad que se busca satisfacer.
Aventurarse en un viaje en solitario tiene muchas ventajas. Una de ellas es la posibiliad de viajar a un solo ritmo y de ir a un solo lugar ¿dónde? a donde quieras ir, ¿cuándo? cuando quieras. Así es, puedes ir a donde quieras, cuando quieras y como quieras, la libertad es el principal motivante de este tipo de viaje. Además podrás encontrarte a ti mismo y descubrir quien en realidad eres, podrás experimentar de tu destino al máximo. No olvides informarte antes de salir de lo puedes y no puedes hacer, que llevar y organizar bien tu tiempo, planificalo muy bien para no tener contratiempos y disfrutar la experiencia al máximo.
Pero si eres de las personas que no pueden estar solas y necesitas compartir el viaje con alguien te doy un consejo, asegúrate de que tu compañía tenga los mismos gustos que tú tienes, asi disfrutarán todos del viaje.
Experimenta, ve a donde nunca has ido, disfruta tu mundo.
El pretexto esta vez fue un trabajo de la universidad. Voy de madrugada hacia un lugar desconocido... hasta ahora. Un municipio del departamento de Totonicapán en el altiplano guatemalteco, Momostenango. Es un colorido y hermoso municipio que tiene mucho que ofrecer al visitante. El viaje en bus de madrugada por la carretera Interamericana siempre es frío. Madrugué bastante pues me dijeron que el bus salia muy temprano, pero resulto que no había ninguno que me llevara directamente a Momos, en su lugar tome uno que se dirigía a San Marcos. Estaba empezando una gran aventura, estaba por descubrir un nuevo destino. Siempre me emociona cuando camino por lugares en donde nunca antes había estado y veo nuevos paisajes y culturas. Un imprevisto surgió pronto, antes de llegar a Patzicía en Chimaltenango el bus presento desperfectos mecánicos, no pudo caminar más y con mucho frío todos los pasajeros tuvimos que bajar y esperar a que otro transporte pasara y nos llevara al destino. Disfruto