Esta fue la primera vez que tuve la oportunidad de escalar un volcán que es icono de Guatemala y de obligatoriedad subir para todo aquel que gusta de la aventura.
Empezamos la travesía en la ciudad de Guatemala y nos dirigimos hacia la Antigua Guatemala, aquí es necesario pasar al colorido mercado de Antigua para abastecernos de comida, gorros y guantes para prepararnos al frio intenso que se siente en la cima…y por que no? un delicioso desayuno en este lugar lleno de color, historia y paz.
Luego del abastecimiento tomamos rumbo hacia el municipio de Santa María de Jesús, un pequeño poblado en donde evidentemente la actividad económica que predomina es la agricultura. Los lugareños están acostumbrados a ver a grupos de personas, mochila en hombros encaminarse hacia las faldas del coloso. Antes de emprender el camino hay que anotarse en la estación de policía por si alguien elige caminos poco transitados, pueden perderse.
Con alegría y luego de recargar energías con un pequeño almuerzo (era medio día) empezamos el ascenso a buen paso y con mucho entusiasmo por alcanzar la sima, por lograr el objetivo, por obtener una victoria.
El camino es muy empolvado, durante los primeros minutos de ascenso encontramos a los habitantes del pueblo descender con radio en mano (casi todos) después de sus labores en el campo, la mayoría era acompañado por una bestia de carga y, por supuesto, el mejor amigo del hombre, un perro.
A medida que avanzábamos y el empinado camino cansaba nuestro paso, el entusiasmo fue disminuyendo…hasta que llegamos a un lugar donde podíamos ver el pueblo de donde habíamos salido un tiempo atrás, esta vista nos dio animo. Luego de un tiempo nos encontramos con un vendedor…si ¡un vendedor! en pleno volcán, ofrecía naranjas, fresco de súchiles (para recargar energías) y además un caballo para subir el resto del volcán, por supuesto no aceptamos este ultimo servicio, preferimos seguir caminando. Un pequeño plan nos sirvió para tomar algunas fotografías, este es el lugar donde los vehículos pueden dejarse.
A cada paso nuestro cuerpo se resistía a seguir pero el deseo de la cima era mayor que el cansancio.
Llegamos hasta el “deslave” un gran barranco que hay que bajar y luego subir para seguir, desde este punto se puede ver parte de la cima del volcán ¡estamos cerca!. Pero pronto nos dimos cuenta de que esta pequeña distancia hacia la cima es la parte mas difícil, parece que a cada paso la montaña nos juega una broma y en lugar de acercarnos la cima se aleja de nosotros tratando de que no la alcancemos.
Algo que me sorprendió mucho, y me agrado, fue la solidaridad de los escaladores, pues encontramos en el camino a muchos que al igual que nosotros habían emprendido esta travesía, y durante el camino compartimos experiencias y ánimos. Un grupo de aventureros decidió quedarse a pocos metros de la cima, reusaron seguir caminado y armaron sus tiendas, juntaron fuego y ha hacer café!!. Nosotros continuamos el agotador camino.
Luego de muchas horas de camino, de viento muy frio y de vistas increíbles llegamos a la cima a eso de las 19:00 horas, justo cuando estaba colocando un pie en la orilla del cráter (yo fui el primero de mi grupo en hacerlo) y la lluvia se hizo presente…si ¡la lluvia!…¡no sabíamos que hacer!, pero alguien desde el fondo del cráter nos grito y señalo el camino con una linterna para que bajáramos a una pequeña casita de piedra en el fondo del cráter. Al llegar nos dimos cuenta de que ya habían ahí muchos escaladores que se abrigaban y compartían café y ánimos a la orilla de una péquela fogata que encendimos en el interior de la casa.
Cuando la lluvia ceso armaos la tienda y nos dispusimos a dormir, aunque por el cansancio, el frio y la emoción casi no dormimos.
Muy de mañana con el frio cas insoportable nos levantamos para apreciar el amanecer, un espectáculo que no podíamos dejar de ver. Aunque estaba un poco nublado el show dado por el sol fue buenísimo, es sorprendente ver salir al sol por arriba de las nubes. Caminamos alrededor del cráter y nos encontramos con un montón de antenas de comunicaciones, una oficina del INSIVUMEH, a lo lejos volcanes activos, el lago de Amantitlan, diminutos pueblos bajo el volcán. El cansancio se olvido, el dolor desapareció y la recompensa la disfrutamos.
Como datos interesantes podemos decir que el volcán esta inactivo, dentro del cráter hay un campo de futbol, dos pequeños cuartos de piedra y en el centro una imagen del Cristo de Esquipulas. El cráter no es completamente circular, tiene un lado mas bajo pues por ese lugar descendió una correntada de lodo que destruyo la primera capital del reino si no me equivoco, el cráter tiene forma de herradura y así le llaman. durante todo el camino a la cima hay cruces que alientan a los caminantes, el objetico de las cruces es por un ritual que se realiza en donde los religiosos hacen sus paradas hasta llegar a la cima.
Volcán de agua, un lugar que combina deporte, aventura y misticismo, una experiencia para vivirla