Encontrar personas tan locas como uno, que estén dispuestos a hacer viajes dementes, aventurarse a lo desconocido, salir a explorar, a devorar el país, no es nada fácil. Estuve esperando el viaje por varios meses, sólo existía la promesa de que lo haríamos pero no había fecha establecida. Al fin se da la oportunidad y comienza la planificación. Parezco niño en juguetería buscando información, buscando contactos de los lugares que visitaremos, leyendo blogs de viajes con recorridos de los lugares que planeamos visitar. Dediqué tiempo a la investigación en internet, a llamadas telefónicas y presenté el plan de viaje a mi amigo, lo que nos aflige un poco es el presupuesto. Pero estamos dispuestos a sacrificar comodidades y sobrevivir por cinco días con lo mínimo. Todo parece estar en orden y quedamos en la fecha, el día y la hora en que saldremos a una aventura de más de 1,000 km en carro y muchas horas a pie para descubrir maravillas naturales a una de las regiones más lejanas, bellas e
La exploración no está muerta, vive hoy más que nunca. Hay muchas formas de explorar un lugar, aunque no hay duda de que hacerlo caminando es la mejor de ellas. Pero no siempre eso es una posibilidad y tomar uno o varios medios de transporte se vuelve una necesidad. La tecnología ha evolucionado mucho, en los últimos meses hemos sido prácticamente obligados a depender de ella para relacionarnos, para trabajar y estudiar. También para entretenernos y aprender nuevas cosas es necesario el uso de tecnologías que a pasos agigantados se vuelven cada vez más familiares. Podemos usar la tecnología para conocer determinado sitio y apreciar de manera virtual las opciones que nos ofrece. Pero no hablaremos de tecnología y su implicación en los viajes. Hablaremos de exploración, de conocer nuevos lugares aún así estos sean familiares. Es allí donde el uso de tecnologías nos permite ir más allá y conocer determinado lugar de otra manera. Nunca terminaremos de aprender y aunque creamos que un lug