Es feriado y hay que aprovecharlo. Una invitación fue hecha para dejar el estrés de la ciudad y salir a caminar un poco, compartir un churrasco en la montaña y apreciar la biodiversidad de Cerro Apazote en San Pedro Ayampuc, cerca de la ciudad pero con un ambiente diferente.
En esta oportunidad la preparación fue casi nula, desconocíamos realmente las condiciones que el cerro ofrecía.
La primera parte fue fácil, caminamos por una carretera de terraceria en regulares condiciones. El primer descubrimiento de interes fue la vista de la cadena montañosa y el aire cambia de citadino al calido aroma del oriente. Pronto descubrimos fauna salvaje representada en gigantescos gusanos y multiples sonidos de canto de las aves que viven libres enmedio del bosque. Otro sonido de interes que descubrimos fue el del agua que corre entre el camino.
Llegamos al destino tras cruzar salvaje vegetación, fue muy difícil el acceso entre milpas y monte que provoca que la piel se irrite. Al llegar hicimos fuego y cocinamos mucha comida, estuvo rico.
Tras un descanso preparamos todo para salir, fue más difícil que la entrada porque lo hicimos por otro camino.
Para algunos no era suficiente aventura y nos adentramos aun mas el lo salvaje y encontramos una cascada donde cambia completamente el clima, un calor muy húmedo y otro tipo de vegetación en un corto espacio. La cascada parece un oasis enmedio del desierto. Seguimos intentanto salir del monte, parece que no saldremos de la maleza, parece que no existe camino. Esto provocó la desesperación de algunos. El agua escasea, el cansancio abunda y el alma desfallece.
El guía propone adelantarse para ir por agua y regresar con el liquido para levantar los ánimos de los que desfallecen. Yo lo acompaño.
Llegamos a un bosque muy bien cuidado y cesped por doquier. Caminamos un poco mas y llegamos al nacimiento de agua cristalina, fresca y apetecible. Tomar esa agua fue la gloria. Llenamos los pachones y regresamos con los otros aventureros. Ya estaban bien adelantados y les brindamos el vital líquido.
La travesía continuo con mayor satisfacción a partir de este punto y las bromas inician. Y con mejor ánimo llegamos a la base, al lugar donde la aventura inició. Cansados pero satisfechos.