Situaciones controlables y otras que escapan de nuestras manos hicieron que el plan de aprovechar cada segundo del día se pusiera en duda, sin embargo la determinación pudo más que la adversidad y la motivación seguía viento en popa. La jungla de concreto había quedado atrás, la libertad de un bosque encantador estaba delante de nosotros, y como encanto nos envolvió y atrajo hacia el. Nos vimos rodeados de colores, olores y texturas que lo hacen a uno salir del cuadrado mental y las sensaciones dan la orden de experimentar la verdadera vida. Frío, calor, altura, olor a tierra mojada, árboles inmensos, vida vegetal sin igual, fuimos rodeados, fuimos atrapados y las cadenas consumidas, la libertad de experimentar salio. Con cada paso el cansancio se hacia presente, pero esto en vez de detenernos nos motivada aún más a continuar y preguntarnos ¿que encontraremos en la siguiente vuelta? ¿Hacia que belleza inexplicable nos llevara el camino? No quedamos decepcionado, la naturaleza era má
Cada día trae su propia aventura